Alrededor del año 2012, FUNDAEC decidió diseñar, con la participación de las instituciones y los habitantes locales, un proyecto en el municipio de Villa Rica, en un terreno (ubicado aledaño a la Casa de Adoración Local del Norte del Cauca) de 11,5 hectáreas de extensión para la siembra de especies propias de la zona, con miras a la formación de un bosque seco tropical. Inició así un proceso de reforestación de la flora nativa, incluyendo varias especies en peligro de extinción, junto con el desarrollo de materiales educativos que pudiesen ser usados por la población local.
Los objetivos de este proyecto incluyen:
Restauración: Restaurar una extensión de 11,5 hectáreas de terreno con especies de flora nativa de la región nortecaucana.
Demostración: Ofrecer un ejemplo a los campesinos y estudiantes de la región de la manera en que pueden restaurar y mantener sus tierras.
Educación: Preservar el conocimiento tradicional y elevar la consciencia de los jóvenes y niños de las comunidades cercanas acerca de la importancia de conservar el medioambiente y de conocer las especies propias de la región.
Distribución: Asegurar que los habitantes de la zona tengan acceso a la diversidad de semillas y especies nativas por medio de un vivero comunitario.
Esparcimiento: Proveer un espacio diseñado para que los visitantes puedan reflexionar y ahondar su aprecio por la naturaleza y los atributos de Dios presentes en ella.
Por medio de visitas a algunas fincas tradicionales de la región, y con la colaboración de un biólogo y agricultores destacados, se identificaron más de 100 especies nativas y se puso en marcha un plan de gestión ambiental. En este se especifican las medidas que deben tomarse para reducir o controlar las deficiencias de la tierra y restaurarla en el sitio del proyecto. Es de resaltar la participación significativa de las comunidades de la zona en la restauración de la tierra a través de mingas—una práctica tradicional en la que se unen los esfuerzos individuales para trabajar en pos de una meta común. Hasta la fecha, este proyecto ha recibido por parte de los habitantes de la zona donaciones que suman más de 1.000 plántulas pertenecientes a unas 20 familias botánicas diferentes, algunas de las cuales se consideran especies amenazadas.
Dentro de este proyecto, se están formando grupos de acción ambiental, compuestos por miembros de las comunidades que reciben formación acerca del bosque seco tropical y su restauración, y comparten entre sí sus conocimientos con respecto a la recuperación de las especies nativas. Se contempla que cada grupo se haga responsable de un lote de aproximadamente 100 metros cuadrados dentro del terreno del proyecto, con la esperanza de poder emplear más adelante la experiencia adquirida en la restauración de sus propios terrenos.